Uniremos a las víctimas de violencia de género con otras mujeres que tuvieron una vida exitosa por sus cualidades profesionales y artísticas. Las primeras saltan a los medios de comunicación por un hecho repugnante, y las segundas pasaron a la historia sin el protagonismo que merecían. UNA POR UNA. Por cada asesinato cometido contra una mujer, rescatamos del olvido a otra que no ha tenido la proyección social suficiente por cuestión de género.

¿Cómo puedes participar? Por cada víctima de violencia de género, puedes enviar un correo electrónico a jefatura@arcipreste.org con la siguiente información:
1. Nombre de la víctima. Breve reseña de la noticia en prensa. Evitamos publicar detalles del asesinato, simplemente se denuncia.
2. Nombre de la mujer olvidada: cuéntanos qué destacarías de ella, por qué crees que no aparece en los libros. Son muchas las mujeres científicas, artísticas, maestras, pedagogas, filósofas... Será divertido saber en quién pones tu mirada y por qué.
3. Autor o autora de la reseña: alumno/a, profe, padre o madre, personal de administración y servicios del centro... Cualquiera puede participar.

ÉSTE SERÁ TU HOMENAJE.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Una camarera anónima y Patti Smith

El lunes nos despertábamos con la terrible noticia de una nueva mujer asesinada. Era camarera y vivía en Vitoria. Hoy podemos leer en los periódicos que ha sido detenido por la Ertzaintza su compañero sentimental, acusado de asesinato (ver noticia).

Esta muerte se une a una larga lista de muertes por violencia de género que parece no tener fin. Que el olvido no sea su coartada.

Patti Smith nació otro lunes, en el North Side de Chicago durante la gran nevada de 1946, para después trasladarse con su familia a un pueblo de Nueva Jersey donde la larguirucha Patti fue educada en los derechos civiles. Pasó su adolescencia ideando mundos paralelos antes de abandonar la universidad a causa de un embarazo no deseado apenas cumplidos los 20 años. Tras encontrar un trabajo en una cadena de montaje, unas monedas y los versos de Rimbaud fueron sus acompañantes en su huida a Nueva York donde, tras dormir unas cuantas noches en el metro, conocería al más tarde célebre fotógrafo Robert Mapplethorpe, quien pese a su revelada tendencia gay se convertiría en su pareja, además de en su mayor mentor. El Hotel Chelsea, el CBGB, la poesía maldita, su primer grupo y la creación, sin saber que estaban sentando las bases del punk-rock más poético, de su primer álbum: “Horses”. Así se empezaba a escribir una importante página de la historia de la música.



Patti Smith es poesía y es rock, pero también compromiso. Mientras sus pies pisan la tierra, su cabeza da vueltas por universos mejores. Su visión sobre el feminismo, movimiento que siempre ha defendido y del que se la ha llegado a hacer emblema, demuestra una vez más que su condición artística no le impide conocer y vivir el mundo  actual.  Como cantó en su himno “Poeple have the power”: “Estaba soñando en mi sueño / con un punto de vista brillante y justo / y mi sueño se evaporó / pero mi ideal se quedó conmigo / en forma de valles brillantes / donde se reconoce el aire puro / y mis sentidos volvieron a abrirse / y desperté con este grito: / el pueblo tiene el poder”.

La entrada la propone Paco Olmedo, profesor de Lengua y Literatura del centro. Gracias por tu colaboración.